La Iglesia Católica ha existido por dos mil años (para facilitar cuentas, redondeemos el número). Durante dos mil años, ha sobrevivido como bastión de muchos ideales, como defensora de la Verdad, como comunidad de amor. Su labor con todas las personas ha atravesado fronteras, ha iluminado mentes y ha permeado sociedades. Ha trascendido en el tiempo a pesar de las persecuciones, de los malentendidos...y sí, también de los errores. La Iglesia proviene de Dios, pero está compuesta por hombres. Y aunque Dios es infinitamente bueno y nunca se equivoca, los hombres cometemos más errores de los que queremos admitir. Por lo tanto, es necesario decir que la Iglesia, en cuanto a su condición terrena y humana, se ha equivocado. Sin embargo, hay que aclarar también que los errores de unos cuantos no son los de un todo, ni los pecados de una minoría lo son de la mayoría. Se han cometido errores, pero en mi opinión el bien que la Iglesia ha hecho durante 20 siglos vale más que estas equivocaciones.
A pesar de esto, el día de hoy la palabra "Iglesia" hace que mucha gente se ponga a la defensiva. Como dijo en un discurso el Papa Benedicto XVI: "la palabra y la realidad de la Iglesia se han desacreditado". ¿Por qué? ¿Por qué la Iglesia es desagradable para muchas personas, por qué hasta aquellos que hace poco podían ser considerados creyentes sufren hoy a causa de la Iglesia y se distancian de ella? "Algunos" explica el Papa, "sufren porque la Iglesia se ha adecuado excesivamente a los parámetros del mundo actual; otros no han ocultado su enfado porque todavía se mantiene extraña a este mundo. Para la mayoría de la gente el descontento con la Iglesia se manifiesta a partir de la constatación de que es una institución como tantas otras, y que como tal limita la libertad. El anhelo de libertad aspira a una existencia que no esté limitada por algo ya dado y que obstaculiza el desarrollo pleno..." pero en la Iglesia, aparentemente, "chocamos contra barreras que nos detienen y nos impiden ir adelante. Asimismo...en medio de un mundo gobernado por una disciplina dura y por constricciones inexorables, ahora y siempre se eleva hacia la Iglesia una esperanza silenciosa: ella podría representar en medio de esto un modo de vida mejor, un oasis de libertad... La ira contra la Iglesia reviste un carácter completamente particular porque se espera silenciosamente de ella mucho más que de las otras instituciones mundanas."
Hoy, por lo tanto, muchos se preguntan si es tiempo de una reforma en la Iglesia, si debe cambiar radicalmente para acercarse al mundo, para seguirle el paso a una sociedad que cambia día con día. En mi opinión, sí hay muchas cosas que deben cambiar, pero la realidad es que, en muchos aspectos, la Iglesia está mucho más cerca del mundo de lo que la mayoría cree. El propósito de este blog es este: acercar a la Iglesia a un mundo que está herido y que necesita ayuda. Muchos nos preguntamos si los esfuerzos que hacemos por "cambiar el mundo" de verdad valen la pena. Yo quiero creer que sí. En el blog, pues, publicaré diferentes cosas que ayuden a comprender mejor la doctrina de la Iglesia (tanto sus dogmas como su doctrina social), a aclarar malentendidos que han surgido recientemente y también a lo largo de la historia. Espero que sirva para mejorar el entendimiento entre la Iglesia y la sociedad, entre la fe y la ciencia...y que poco a poco el Amor de Dios atraviese toda frontera y reine en el corazón de los hombres.